#Crecimiento y desarrollo del bebé

Beneficios de la estimulación temprana: bebés más fuertes, inteligentes y felices

Beneficios de la estimulación temprana: bebés más fuertes, inteligentes y felices

Si deseas que tu bebé tenga un buen desarrollo cerebral y un crecimiento saludable, necesitas darle estimulación temprana.

Investigaciones (https://psycnet.apa.org/search/display?id=147fa159-c4e1-4f0b-d788-6c80a0331502&recordId=9&tab=PA&page=1&display=25&sort=PublicationYearMSSort%20desc,AuthorSort%20asc&sr=1) han demostrado que el cerebro de los pequeños de 0 a 5 años tiene una gran capacidad para crear nuevos circuitos neuronales, es decir, están en el momento ideal para desarrollar funciones cerebrales.

Y al estimularlo en tiempo y forma, provocará que tu bebé sea más fuerte, inteligente y feliz.

¿Qué es la estimulación temprana?

El objetivo de la estimulación temprana es aprovechar y desarrollar la capacidad de aprendizaje del cerebro del niño, además recuerda que a esta edad son como esponjitas debido al nivel de adaptabilidad que tienen para “absorber” todos los conocimientos que le brindes.

El cerebro es una máquina maravillosa, en los primeros años de vida construye un sistema de “cableado”. La estimulación temprana genera actividad cerebral que fortalece las conexiones eléctricas que tiene un cerebro sano. 

La cantidad y calidad de estimulación que recibe un bebé impacta en su desarrollo. 

Con la estimulación temprana constante se refuerzan áreas neuronales. Por ejemplo, para que un bebé gateé es necesario que controle el llamado patrón cruzado (la capacidad de coordinar su mano derecha con su pie izquierdo y viceversa, y así avanzar).

Los ejercicios de gateo refuerzan el patrón cruzado, por lo tanto, ayudan a mejorar la coordinación entre los dos hemisferios.

5 beneficios de la estimulación temprana… ¡Bríndale todo lo que se merece! 

  1. Desarrollas su cerebro.

Al estimularlo mediante juegos y ejercicios repetitivos, potencias las funciones cerebrales en diferentes planos como: intelectual, físico y afectivo. 

Activas su curiosidad y favoreces la observación, así él podrá conocer e interpretar el mundo que le rodea.

  1. Detectas trastornos o enfermedades.

En algunos casos, podrás darte cuenta si tu bebé tiene una lesión cerebral, hiperactividad, déficit de atención, dislexia, discapacidad intelectual, problemas de aprendizaje, problemas de lectura o autismo.

  1. Creas un lazo afectivo.

Tu bebé reaccionará de manera positiva o negativa a ciertos estímulos que le brindes. Con la estimulación temprana, podrás crear un lazo más fuerte, protector y cariñoso.

No solo desarrollará su capacidad cerebral también sentimental, además, podrá encontrar formas de expresar sus emociones.  

Al pasar tiempo de calidad con tu bebé, le enseñas que estarás ahí para él, que puedes cuidarlo y protegerlo, pero también brindarle un espacio de confianza e independencia. 

  1. Aprende a comunicarse correctamente. 

La primera forma en la que se comunica tu bebé es el llanto. Con la estimulación temprana le ayudarás a que eso evolucione en balbuceos.

Y después, con la repetición de palabras que tú le brindes constantemente, él comenzará a imitarlas y así podrá comunicarse mejor.

  1. Lo estimulas con amor.

La estimulación te permite darle un crecimiento armónico. Maximizas sus oportunidades a partir del encuentro en un espacio de desafío y juegos sustentados desde el amor y no desde la competencia. 

Promueves el proceso de maduración y de aprendizaje en las áreas, intelectual, afectiva y psicomotriz del bebé.

Le brindas un entorno seguro y didáctico, en donde él puede dar lo mejor de sí mismo, sin ser juzgado o regañado.

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Recomendaciones para estimular a tu bebé 

-Para que la estimulación sea efectiva necesita ser justa; es decir, no debes exigirle a tu bebé o imponerle una actividad que no le interese.

-Refuerza los avances; repite lo que han aprendido y celebra sus logros con abrazos, besos y palabras de cariño.

-Vístelo con ropa cómoda, de esta forma podrán moverse libremente y estará más dispuestos a realizar las actividades.

-No seas impaciente; permite que se equivoque y lo intente las veces que sean necesarias.

-Los juegos son una herramienta muy eficaz para estimularlo en diferentes áreas de desarrollo; ahí podrás captar qué le divierte, los objetos que le llaman la atención y qué aspectos se le dificultan. 

Lo más importante al estimularlo es que construyas una conexión especial con tu bebé, en donde le des la libertad e independencia que necesita para lograr sus objetivos. 

Y al mismo tiempo le brindes la seguridad de que lo está haciendo bien, que puede lograrlo y que no necesita ser perfecto, sino feliz.

Estimularlo para darle lo mejor y no para que sea el mejor…

Los primeros años de tu bebé son claves para que su cerebro se desarrolle adecuadamente.

Es un período de crecimiento cerebral que solo ocurre una vez en la vida, ¡aprovéchalo al máximo! 

Como padres tenemos la oportunidad de motivar la formación de circuitos cerebrales en nuestros bebés.

Queremos que sean fuertes, inteligentes y felices, pero esto no significa que debamos sobreestimularlos.

Si nos obsesionamos en que nuestro bebé sea el número uno, el más inteligente o el más feliz, podríamos provocar un efecto contrario.

Saturar de actividades a nuestros pequeños provocará que terminen estresados y abrumados.

La Doctora, Megan Gunnar, profesora de desarrollo infantil de la Universidad de Minnesota e investigadora https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2848877/ de la estimulación temprana, asegura que al estar en proceso de maduración el cerebro de un bebé es muy sensible.

Sobrecargar de actividades a un pequeño y exigirla continuamente metas que, incluso puedan estar fuera de su alcance psicomotor o que no sean de su agrado, provocará en el frustración y estrés”, afirma Gunnar. 

Por tal razón, se recomienda que las sesiones de estimulación temprana sean 2 a 3 veces por semana. Con una duración de 45 a 50 minutos, cada una.

Exponer a tu bebé a más tiempo no mejorará sus condiciones, ni lo volverá más inteligente.

Lo mejor es que elijas pocas actividades, pero que sean efectivas y positivas para él. Recuerda que la calidad siempre será mejor que la cantidad.

También puedes brindarle una estimulación temprana efectiva con experiencias divertidas, valiosas e interesantes en casa.