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Updated on Agosto 22, 2024
Created on Abril 27, 2023
Después de meses de espera, el bebé decide llegar y el parto es un momento en el que los nervios y el amor se fusionan, sin embargo, cuando se da el contacto piel con piel, el mundo parece detenerse, la mamá y el bebé se conocen después de estar conviviendo durante semanas. Este contacto piel con piel, que se puede abreviar como CPP, es más profundo que sólo cargar a tu bebé y posar para la fotografía en el quirófano. Se trata de uno de los momentos más importantes de la hora dorada del recién nacido.
Si quieres saber más de la hora dorada da click aquí.
El contacto piel con piel consiste en la creación de un vínculo entre la mamá y su bebé con el fin de favorecer la lactancia. Por supuesto, esto es algo que también fortalece la conexión de la mamá con el recién nacido, el sentirse por primera vez el uno junto al otro, el olerse y percibirse para escribir juntos un nuevo capítulo de su libro llamado “Vida”. La posibilidad de sentirse, piel con piel, ayuda a reducir los niveles de estrés en ambos y facilitan la toma de pecho por parte del bebé, quien al estar sobre su madre, intentará por instinto despertar, sus sentidos para alimentarse.
Para llevarse a cabo con éxito, el contacto piel a piel debe efectuarse:
-Inmediatamente después del parto
-El bebé debe estar desnudo, sólo puede cubrirse por la espalda con una toalla caliente
-No se debe secar o limpiar al bebé,
-No debe haber ninguna tela entre la mamá y el recién nacido
-Se le puede colocar un gorrito
-Algunos procedimientos médicos pueden esperar, otros pueden efectuarse sobre la madre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) respalda esta técnica, en una publicación (https://www.who.int/es/news/item/16-03-2021-new-research-highlights-risks-of-separating-newborns-from-mothers-during-covid-19-pandemic) reconoce su importancia, “el contacto inmediato y prolongado piel con piel con uno de los padres y la lactancia materna exclusiva son especialmente importantes”.
Señala que gracias a este momento la salud del recién nacido se ve beneficiada, “para los bebés prematuros o de bajo peso se ha comprobado que reduce la mortalidad infantil al menos en un 40%, la hipotermia en más de un 70% y las infecciones graves en un 65%”.
Existen 3 tipos de CPP, según un estudio (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0187533718300335) publicado por ScienceDirect.
Ocurre cuando se coloca al recién nacido sobre el pecho de la madre dentro del primer minuto después del nacimiento.
Se lleva a cabo cuando el recién nacido se pega a su madre durante los primeros 30 minutos después del parto.
Sucede cuando el recién nacido llega al pecho de su madre después de la primera hora, pero antes de cumplir las 24 horas de nacido. Mientras más pronto el bebé pueda disfrutar de este acercamiento piel a piel, ¡mucho mejor! Ya que comienza con un suave despertar físico e instintivo que se ven reflejados en una lactancia más rápida, eficaz y exclusiva. Estos movimientos del bebé, mientras se encuentra sobre su madre, han sido catalogados por especialistas.
Según una publicación (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0306987719310230) de Raylene Phillips, doctora de la división de Neonatología del Hospital Universitario Pediátrico de Loma Linda, California, durante la hora dorada suceden 9 etapas en el desarrollo del recién nacido, también conocidas como etapas Widström’s. Los recién nacidos a término que son colocados piel con piel con su madre, presentan un comportamiento innato que se desarrolla durante la primera hora después del parto.
Se presenta el llanto intenso justo después del parto.
Es cuando el bebé se recupera del parto, no hay actividad en cabeza, boca, brazos, piernas o cuerpo.
El recién nacido comienza a mostrar movimiento. Puede mover su cabeza hacia arriba, abajo o a los lados. Incluso, puede comenzar a mover sus extremidades.
Hay movimientos o actividad corporal más definida, además de que puede empujarse con las extremidades sin mover su cuerpo.
El bebé vuelve a descansar mientras realiza otra actividad, como chuparse la mano.
Su cuerpo se mueve pues se empuja con la fuerza que tiene y con los recursos que su instinto le da.
En esta etapa, el bebé ha llegado a la areola del seno de la mamá, puede llegar a lamerlo o a colocárselo en la boca.
El bebé puede comenzar a succionar estando colocado en el pezón de la madre.
El recién nacido puede cerrar los ojos y quedarse dormido en sus intentos por succionar. Estos 9 pasos son indispensables para que el bebé y la mamá comiencen su camino por la lactancia. Sin embargo, hay que decir que, pueden efectuarse cuando la salud del bebé y de la mamá no se vean comprometidas. Incluso, algunos hospitales han buscado la manera de lograr que mamás que tienen a sus hijos por cesárea puedan gozar del contacto piel con piel de la mejor manera posible.
De hecho, en casos como cesáreas o en los que la mamá, por cuestiones médicas, no puede tomar a su bebé, puede verse la posibilidad de que el papá sea quien haga el contacto piel con piel con su bebé. En este caso, tanto el bebé como el padre, pueden también fortalecer el vínculo emocional y ayudar a la temperatura corporal del bebé a mantenerse estable. Una vez que la mamá está lista, ya puede recibir al recién nacido para generar esta conexión que beneficia la lactancia.
Debemos insistir que para que sucedan este tipo de facilidades, debe haber muy buena comunicación entre los padres, el equipo de especialistas y el hospital. Sólo así, se puede tener claridad en cuanto a las circunstancias que los padres desean para el día del parto y las condiciones con las que se cuenta para llevarlo a acabo.
Para la OMS, es importante que, a pesar de que se sospeche o se confirme la presencia de COVID-19, se pueda mantener al niño en la misma habitación que la madre desde su nacimiento para que pueda amamantarlo y mantener el contacto piel con piel. No hay una buena razón para que la pandemia frene el acercamiento de la mamá y el recién nacido, por lo tanto, es recomendable buscar las condiciones que propicien que el contacto piel con piel entre la mamá (o el papá) y el recién nacido.
