Tu bebé a los seis meses

A los seis meses de edad, los bebés generalmente pesan entre 6 y 9 kg. Su crecimiento se desacelerará un poco en comparación con los primeros meses de su vida, la mayoría de los bebés miden entre 62 y 72 cm. Si tu bebé aún no mide o pesa en el rango previamente mencionado, no te preocupes: este es el tiempo que le está tomando crecer, mientras esto sea constante y no pierda peso todo estará bien.

 

Tu bebé está fascinado por su reflejo en el espejo, a pesar de que todavía no entiende que se está viendo a sí mismo. Pasa mucho tiempo manipulando sus juguetes, y es particularmente aficionado a todo lo que tiene colores brillantes, texturas suaves  o que combinan la música y juego de luces. Pero su juego favorito siguen siendo las escondidillas: cuando escondas un objeto (o tu cara) detrás de algo y luego se lo muestres de nuevo, tu bebé no dejará de responder con alegría.

 

De manera más general, a tu bebé le encanta interactuar contigo. Él tratará de captar tu atención, reír, imitar cosas y emitir gritos de alegría. A esta edad ellos gorgotean  y tienen el placer de la repetición de sílabas que terminan en "a": " dadadada", " mamamama". Estos sonidos no significan nada en particular para tu bebé: tú eres la  que va a colocar gradualmente un significado para ellos respondiéndole.  A tu bebé le encanta ver que llegues diciendo "Mamá está aquí" cuando repiten "mamamama”. Esta es la forma en que descubre el aspecto simbólico del lenguaje: cuando comienza a relacionar las palabras con los objetos y/o acciones. 

 

Tu bebé es muy activo y tiene un mejor control sobre sus movimientos. Es capaz de agarrar sus juguetes, también pueden agarrar objetos a su alrededor y si le quitas un objeto que le gusta, va a protestar llorando. Cuando te acerques a él, va a levantar sus brazos hacia ti para que lo cargues. 

 

Cuando se acueste boca arriba, va a jugar con sus pies y los pondrá en su boca. Cuando esté acostado sobre su parte frontal,  van a poder a darse la vuelta para ponerse sobre su espalda de nuevo. Cuando  lo apoyes en posición de pie, van a doblar sus piernas extendiéndolas y saltando arriba y abajo. Esto se llama la etapa de "brincador".

 

Uno de los mayores desafíos que enfrenta tu bebé en los próximos meses será  sentarse en posición vertical. Por el momento, si pones a tu bebé sobre la espalda, él elevará su cabeza y torso para tratar de sentarse por sí mismo, pero no logrará hacerlo. Sin embargo, si tú le ayudas a ponerlo en esa posición, él será capaz de permanecer sentado sin apoyo por unos momentos y le encantará. Esta posición le dará una nueva visión del mundo y abrirá todo tipo de posibilidades: pues puede ver todo lo que está pasando y agarrar objetos esparcidos a su alrededor.

 

Para que sea más fácil para él y para tomar ventaja de esta posición, puedes apoyar su espalda con un cojín de lactancia. Pero sólo por unos  minutos. Su columna vertebral sigue siendo demasiado frágil y no debe ser forzada más allá de sus capacidades. Dentro de uno o dos meses más,  será capaz de sentarse por sí mismos con la espalda recta.

 

Si ves que tu bebé muerde con fuerza sus juguetes, constantemente chupa sus dedos y saliva mucho, es probable que su primer diente esté muy cerca de salir. Este diente aparece a menudo por el escenario de los seis meses, y generalmente será un incisivo central inferior.

 

Sin embargo, no te preocupes si no puedes ver los dientes aún: los tiempos iniciales varían mucho entre los niños. Puede obtener su primer diente a los cuatro meses, o incluso al nacer, aunque eso es bastante raro. Por otro lado, algunos bebés aún no tienen ningún diente a la edad de doce meses, y esto no debería ser un motivo de alarma a menos que se asocie con otra anormalidad.

 

Después de tus primeras noches perturbadas, la mayoría de los bebés duermen bien entre las edades de tres y nueve meses. Si tu bebé todavía se despierta en la noche, no pierdas la paciencia. Simplemente le ha tomado un poco más de tiempo para entrar en su patrón de sueño. Si tu bebé se encuentra en medio de la dentición, podría despertar más a menudo en la noche también. No te preocupes por el desarrollo de malos hábitos: ve a verlo si se despierta y ayúdale a volver a dormirse acariciándolo y alimentándolo por medio de la lactancia materna o con biberón. Esto lo hará sentir tranquilo y desempeñará un papel importante, ya que le ayudará a dormir bien a largo plazo. A los pocos meses, estas interrupciones nocturnas será un recuerdo lejano.