¿Visitas al recién nacido? Protocolo para cuidar al bebé (y a la mamá también)
Updated on Agosto 22, 2024
Created on Marzo 14, 2023
RECUERDA QUE TAMBIÉN PUEDES COMPRAR TUS PRODUCTOS MUSTELA EN LÍNEA HIGIENE ES SALUD 18300202D0101 SSA
Updated on Agosto 22, 2024
Created on Marzo 14, 2023
Las visitas a un recién nacido no deben tomarse a la ligera, menos ahora que, por la pandemia, hemos adoptado medidas sanitarias y estamos más conscientes de la importancia de la higiene. En ocasiones, el entusiasmo y la emoción por conocer al nuevo integrante de la familia nos puede llevar a parecer desconsiderados o poco empáticos…
Porque no sólo está el recién nacido en casa, está una mamá recuperándose de un parto, con una herida de cesárea o las incomodidades del parto natural. Por otro lado, quizá hay hermanitos pequeños que también tienen necesidades de atención, higiene o comida; puede o no, haber un papá nervioso, primerizo o trabajador. Entonces, lo primero a entender es que la visita puede ser muy bien recibida, sin embargo, será más apreciada si se hace con amor y responsabilidad.Con esta reflexión, lo primero que debes cuestionarte es: ¿Mi visita es prudente?
Para responder esta duda lo que corresponde es ser directos y preguntar a la mamá o a la familia, si están en condiciones de recibir visitas. Si la respuesta es no, entonces no queda más que agradecer, dejar los buenos deseos y no tomar su decisión como algo personal.Los papás están en su derecho de mantener la calma y seguir adaptándose a la nueva situación familiar con la puerta cerrada.
Si la respuesta es sí, entonces pregunta el horario y día más conveniente para ellos, ¡no intentes hacerlo sorpresa!Ya con esta información, ahora sí podemos ponernos a pensar en cómo actuar para cuidar al recién nacido.
Ya lo platicamos anteriormente, pero es muy importante que los papás sepan de tu llegada, incluso, si irás al hospital de visita. No siempre es bien visto que acudas al hospital pues son las horas posteriores al parto, que para algunas mujeres, puede representar un gran desgaste físico.Por eso la importancia de que preguntes si tienen disposición de recibirte.Cada hospital tendrá sus reglamento de visita y medidas sanitarias.Si la visita ya será en su domicilio, también sé puntual en la hora de tu llegada.
Al entrar a su domicilio, así como cuando vas al supermercado, limpia la suela de tus zapatos, lava tus manos al entrar, incluso si no piensas cargar al bebé y deja tus pertenencias en un lugar de la casa. Evita ir con demasiadas bolsas u objetos, es probable que al llegar encuentres un hogar que no esté completamente en orden. Entre el salir al hospital de pronto y regresar con un bebé, no compliques el escenario con bultos innecesarios.
Pregunta a la mamá si puedes cargar a su bebé y respeta su respuesta, sea cual sea. Es importante que evites hacerlo mientras ella intenta amamantarlo. En todo caso, puedes esperar a que sea la misma mamá quien te ofrezca tomarlo en brazos.
Aunque te hayas lavado tus manos al llegar, vuelve a lavar tus manos para sostener al bebé.Evita tocar directamente su piel, aunque ten muchas ganas de besar sus cachetitos. Cargar a un recién nacido puede ser sólo para aquellas personas que tienen experiencia y saben perfectamente dónde colocar sus brazos para mantener al bebé sano y salvo.
Mientras cargas al bebé, concéntrate en ello y realiza movimientos delicados, procurando la calma del bebé.
Si al estar con el bebé llega una nueva visita, tu tiempo llegó a su fin, deberás desocupar para que la nueva persona pueda compartir con la mamá y con el bebé.
Es importante que consideres que el bebé está empezando a conectarse con el mundo, los estímulos deben ser sutiles y no invasivos.
Pareciera obvio decirlo, pero es cierto que más vale advertirlo, fumar, incluso, cerca de la madre es muy desagradable. Como el olor del tabaco es muy penetrante, sería un buen gesto que al llegar, tu ropa tampoco traiga este olor de cigarro que es fácil de detectar.
Mucho de lo que puedes hacer al visitar a un recién nacido tiene que ver con la empatía. Entonces, al llegar a su casa, obsérvalos, fíjate en los aspectos en donde ellos son minuciosos y en los que son más relajados. Por ejemplo, el volumen de sus voces. Algunos papás son extremadamente cuidadosos con que el bebé tenga silencio y paz, sin embargo, hay otros que esperan irlos acostumbrando a ciertos ruidos. Ábrete a la experiencia de estar visitando a una familia y haz lo que consideres que para ellos estará bien, ponte en sus zapatos.
Un bebé nacido estará dormido o comiendo, así que no hay motivo para hacer una visita larga. El tiempo ideal de una visita a un recién nacido es de 30 minutos, así que, mentalízate de ir, convivir y despedirte para que los papás puedan seguir en lo suyo. Evita visitas muy nocturnas, a menos que haya sido el horario que te dieran los papás para la visita. Este último punto se conecta con un protocolo distinto… ¿Cómo cuidar a la mamá?. Es natural que en las visitas a un recién nacido toda la atención se centre en el bebé, pero no podemos olvidar que en esa misma casa hay una mujer que acaba de parir.
Dale chance de que te cuente, te platique u opine desde su corazón y te comparta las palabras que le nazcan. Quizá tenga muchas ganas de hablar, quizá no y prefiera silencio o recostarse. Demuéstrale tu apoyo considerando su opinión y necesidades.
Quizá quieras la foto del recuerdo, pero debes preguntar a los papás si puedes tomarla. Y, por favor, sin flash, recuerda desactivar esta opción antes de enfocar la cámara hacia el bebé.
No hagas un juicio de lo que la mamá hace o no hace, dice u opina. Recuerda que cada mamá lleva su maternidad según su propia mentalidad y experiencia. Evita comentarios que lejos de ayudarla o brindarle comprensión, la pongan en jaque porque pueda interpretarlos como que lo está haciendo mal, ella está dando su mejor esfuerzo.
Si se siente cansada, triste o con miedo, no la cuestiones, deja que se desahogue. Recuerda que el puerperio o postparto es una experiencia intensa y llena de emociones. Agradécele que se haya abierto contigo, escúchala, dale un apapacho y coméntale que su cuerpo e instinto irán ayudándola. También puedes ofrecer tu ayuda o tu hombro para cuando se sienta rebasada.
Tanto de su cuerpo antes del parto o la recuperación que tuvo Fulanita, incluso, evita hacer comentarios con respecto a la apariencia del bebé. Es innecesario, sobre todo cuando el comentario puede ser más un juicio que un comentario halagador.
Si percibes que tiene estrías, que las ojeras son testigos de las últimas horas o que su vientre está emprendiendo otro cambio, no digas nada. Puedes esperar que, en todo caso, la mamá te pida un consejo o una opinión, pero evita hablar de su cuerpo sólo porque sea un tema evidente o algo que a la mayoría de las mujeres nos preocupa.
Supongamos que sale a la mesa el tema de la lactancia y la mamá comenta que le dará pecho hasta los 5 años, si tú no estás de acuerdo, respeta la decisión de la mamá. En todo caso, las visitas para conocer a un recién nacido no son el momento para debatir las decisiones de una madre.Más adelante habrá oportunidad de compartir experiencias y opiniones, pero por ahora, olvídate del tema que su maternidad no te involucra.
Si ves que hay algunos trastes sucios, no juzgues ni a la mamá ni a la pareja, nada te quita entrar a su cocina y ayudar con la tarea. Incluso, puedes llegar a su casa con algo de comida para que ellos tengan un pendiente menos. Las visitas a un recién nacido no sólo deben ser gratas para ti, sino para la familia que se está formando.