#Crecimiento y desarrollo del bebé

Así es cómo se ve la paternidad activa en la vida diaria

Así es cómo se ve la paternidad activa en la vida diaria

En otra ocasión, hicimos una reflexión titulada Deja al papá participar, una reflexión para hacer equipo, ahora queremos hablarte de la paternidad activa y cómo es que se ve en la vida diaria. Convertirnos en padres es una experiencia que nos cambia la vida y, con el paso del tiempo, el rol del papá se ha ido transformando. Si bien, aún hay mucho por hacer, cada vez son más los papás que ejercen una paternidad activa, es decir, no sólo intervienen en la educación de sus hijos sino que comparten tiempo, experiencias y emociones con ellos.

¿Qué es la paternidad activa?

En un documento (https://www.unicef.org/chile/media/1126/file/guia_de_paternidad_activa_para_padres.pdf) de la UNICEF de Chile, se explica que la paternidad activa es una “paternidad más participativa, involucrada y responsable que te ayude en tu rol de papá en la relación con tu hijo/a”. Es decir, el papel de un padre va más allá de la figura de autoridad o de proveedor, consiste en crear un lazo afectivo que fortalezca la relación.

Conocer realmente a tus hijos, entender cómo es que ellos se perciben y perciben su mundo sólo será posible si convives con ellos, si platican y comparten. Si estás interesado en vivir una paternidad activa, a continuación te daremos ejemplos de cómo puedes interactuar con tus hijos para estar cerca de ellos y disfrutar de su crecimiento. Un papá activo puede ser el padre biológico, un padre adoptivo, padrastro o los tutores que viven con sus hijas e hijos.

¿Cómo se ve un papá activo?

Se ve como un adulto que quiere estar cerca de sus hijos, que aprecia su crecimiento, quiere involucrarse de forma participativa con su desarrollo y se compromete para lograrlo. De este modo, un papá activo, podrá ser aquél que está en el mercado comprando la fruta que desayunará su hijo por la mañana o está tendiendo la ropa de sus hijos.

Ejemplos de paternidad activa

Basándonos en dicho documento de la UNICEF, te planteamos a continuación ejemplos prácticos de paternidad activa.

  1. Comparte con la mamá las tareas domésticas y las que tienen que ver con el cuidado de las y los hijos.

De este modo, es un papá que puede lavar la ropita del bebé, sacarle el aire después de que fue alimentado por mamá o por él, preparar la comida para que puedan comer mientras el bebé toma una siesta.

  1.  Forma una relación incondicional.

La relación incondicional entre un papá con su hijo se refleja en los hábitos que comparten, por ejemplo, leerle un cuento antes de dormir, cantarle mientras se cepilla sus dientes, ayudar a vestirlo para ir a la escuela, guiarlo en sus tareas o jugar con él.

  1. Brinda una crianza respetuosa que genere diálogo favorable para toda la familia.

Esto se ve en casa como pláticas y diálogos constantes con mamá y con los otros miembros de la familia. Es una charla que refleja un trato amable y respetuoso entre todos, lo que a su vez, da la pauta para brindar una educación amena y con confianza. Es decir, no hay gritos ni amenazas, mucho menos violencia física, sino expresiones firmes y respetuosas.

  1. Acompáñalo en todos los momentos de su desarrollo.

Es decir, participa en el embarazo, nacimiento, infancia temprana, niñez y adolescencia. Lo hará según sus propios recursos, por ejemplo, durante el embarazo, le pondrá música al bebé que se encuentra en el vientre. Estará presente apoyando, cuidando o protegiendo, siempre buscando su bienestar y conexión emocional.

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  1. Construye el vínculo con cuidados diarios.

Desde calmar su llanto, consolarlo si tuvo una pesadilla, hasta prepararle algo rico de comer, bañarlo o darle su sesión de estimulación temprana.

  1. Ponte atento a sus necesidades por etapa.

Porque los pequeños crecen muy rápido y un padre activo está pendiente de las necesidades de su hijo en cada momento.

  1. Infórmate de su cuestiones de salud.

Un tutor que realmente está involucrado con la crianza de los hijos es alguien que sabe, por ejemplo, su tipo sanguíneo, el número de teléfono y ubicación de su doctor, dónde se guarda en casa su cartilla de vacunación y cómo es que va en sus vacunas, además, conoce sus alergias o las enfermedades a las que ha estado expuesto. 

  1. Asiste a la escuela.

¿Te has percatado que en las reuniones escolares es común ver más a mamás que a papás? La paternidad activa apostaría por más equidad en estos espacios. Por ejemplo, cuando el papá se ausenta del trabajo por asistir al festival en la escuela o cuando asiste a la junta escolar para recibir evaluaciones, incluso, el poder recogerlo a la salida de la escuela.

  1. Comparte con la mamá al respecto.

Es decir, un papá activo platicará con la mamá al respecto de su hijo, de su crecimiento, de sus necesidades, de los avances… ¡De todo!

  1.  Habla de su rol como papá con otros padres.

No se limita ni se cohíbe, un papá activo cuestionará a otros padres y madres acerca de su experiencia y no temerá en abrirse a una retroalimentación que enriquezca su rol como padre.

  1.  Expón tus dudas a especialistas.

Esto se nota cuando el papá se sabe el nombre de la maestra en la escuela y, si es necesario, se acerca a la profesora para conocer el desempeño de su hijo. Incluso, no tiene que haber un problema que anteceda esta plática, el papá, por iniciativa propia, estará al pendiente de los asuntos escolares. Esto también se visibiliza cuando, en las revisiones médicas, el papá le pregunta al doctor cualquier inquietud con tal de estar informado de su estado de salud.

  1. Celebra sus logros.

El juego tiene un papel fundamental para el desarrollo de los niños, así que un padre que se involucra, encuentra maneras de celebrar sus logros, incluso, a la hora de jugar. De esta manera se relaciona con el mundo del menor y facilita que éste se involucre con gusto en las responsabilidades a las que se hace acreedor mientras va creciendo.

Por ejemplo, jugar con él a levantar los juguetes y ponerlos en su sitio, ¡celebrarlo! Cuando aprende a ponerse la pijama, ¡celebrarlo! Se puso del lado correcto los zapatos, ¡celebrarlo! Avisa para ir al baño, ¡sí! A celebrar…

  1. Cárgalo cuando se sienta mal.

Si tu hijo tiene miedo, siente pena o tenga alguna emoción que aún no sepa controlar, cárgalo y dale seguridad. Según el documento de la UNICEF, ejercer una paternidad activa tiene beneficios en la relación de los padres con sus hijos.

Beneficios para ambos

Se crea un vínculo afectivo con cercanía y apego mutuo, es decir, la relación será estrecha y nacerá desde su corazón, no desde la necesidad. Esto significa que su relación padre/hijo será de cálida y de calidad.

Beneficios para tu hijo o hija

La UNICEF comparte en su documento que un hijo que tiene un padre con presencia activa presenta: Mejor autoestima, mayores habilidades sociales y más bienestar psicológico, esto es darle herramientas al menor para poder resolver por sí solo los retos que la vida le ponga enfrente. Sí, estamos hablando de mejores herramientas para vivir.

También presenta un mejor desempeño escolar y tiene más posibilidades de ser un padre comprometido. Por otro lado, su desarrollo es más sano y suele tener mayor estimulación temprana.

Beneficios para ti

Te sentirás más realizado en tu vida, con más satisfacción. Además, la relación con la mamá mejorará pues ambos compartirán de forma más equilibrada las tareas que corresponden a la maternidad/paternidad.

¿Que impide la paternidad activa?

Aunque la paternidad activa pudiera sonar como un sueño hecho realidad, tiene sus propios enemigos y la UNICEF también los expone. Te los compartimos pues, es más fácil eliminarlos cuando son identificados.

  1. El estrés y ser un papá adicto al trabajo.
  2. Pensar que su papel como padre es menos relevante que el de la madre o que los papás sólo “ayudan” a algunos aspectos de la crianza.
  3. La violencia intrafamiliar.
  4. Enfocarse en distractores como el teléfono celular, la televisión, la computadora.
  5. El machismo que alimenta los pensamientos de que los papás sólo deben “proveer”.

Ahora, es momento que concluir el tema con las siguientes preguntas, “como papá, ¿qué quieres representarle a tu hijo?”. Es decir, ¿cómo quieres que te perciba o que te recuerde? Respóndete genuinamente, olvídate de todo lo que te hicieron creer que era la paternidad y atrévete a escribir tu propia definición.