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Updated on Agosto 22, 2024
Created on Abril 20, 2023
El rol del papá en la maternidad, no sólo es “acompañar” o “apoyar” a la mamá, de hecho, su participación puede ser tan activa como él mismo lo desee. Aquí te compartiremos cómo es que el papá puede involucrarse en el embarazo de forma genuina, con empatía y llena de amor. Platicamos con Orly Levinstein, asesora en lactancia y licenciada en nutrición, desde su perspectiva como especialista nos confirmó que el papá debe vivir de cerca cada día de la gestación, “el papá debe estar involucrado desde el embarazo, en general en todos los temas”. Así, el embarazo es una experiencia que influye en la vida y en la personalidad de cada uno de los futuros padres.
La participación del papá no es un apoyo a la mamá, es una responsabilidad ejercer su papel como padre, como compañero de vida y como amigo de su pareja. Es importante que el papá ejerza la empatía para entender que, todos los cambios que atraviesa su pareja, impactan en su cuerpo, emociones y estilo de vida. La maternidad cambia la rutina en casa y la dinámica como pareja pero como adultos, cambiará la vida de los padres, así que estar relajados, dispuestos a disfrutar los momentos difíciles y a aceptar los complicados, será de mucha ayuda. Esto se traduce en que, por ejemplo, antes del parto, el papá puede involucrarse con cada etapa del embarazo, acompañar a las visitas con el ginecólogo o a los ultrasonidos, asistir a los cursos prenatales, dar masajes a la mamá, encargarse de la maleta que se llevarán al hospital o el trámite del seguro… ¡Todo lo que para ella y el bebé será valioso!
Aquí, un gran tip para llevar con éxito el rol del papá en la maternidad es preguntarle a la mamá qué es lo que ella desea. Con base en su respuesta, se puede decidir y organizar los momentos o experiencias que tendrán como compañeros y próximos padres. La comunicación es básica en este cambio de vida.
El embarazo lo lleva el cuerpo de la mamá, pero el nuevo integrante se sumará a una familia, así que el papá puede abrirse a la experiencia de vivir de cerca el embarazo. Esto significa que, por ejemplo, puede crear rutinas para compartir a diario tiempo de calidad con el bebé. Por ejemplo, todas las noches, antes de dormir, acariciar la pancita y contarle al bebé cómo estuvo su día. Puede comprar libros o artículos que, si bien, pueden estar dirigidos a la mamá, él puede leer para compartir la lectura con mamá y así comprender todo lo que pasa en su cuerpo, incluso, esos cambios de humor que podría notar. Esta participación activa del papá crea un vínculo temprano con el bebé, si bien, no existe una relación física o corporal directa entre ellos, si reafirma una conexión emocional que beneficia tanto al padre como al bebé.
¡Después de 40 semanas, llega el gran momento! Este es un tema que debe platicarse en pareja y con el hospital, si está permitido que el papá pase a la sala de parto y, de antemano, saber si el papá desea presenciarlo. Esta es otra forma en la que el papá puede involucrarse en el embarazo, justo en el momento clímax.
Con respecto a la lactancia, la especialista nos explicó que el papá puede estar con la mamá desde la teoría, “que sepa qué es lo que va a pasar, que se informen juntos”. La doctora Orly Levinstein explicó que cuando la mamá tenga un mal día y quiera dejar de darle pecho a su bebé, el papá podrá neutralizar la situación gracias a que tiene conocimiento al respecto y puede actuar de forma responsable e informada. “Para cuando mamá empiece de ‘no estoy tan bien voy a tirar la toalla’ el papá diga, ‘oye acuérdate esto va pasar, después va a ser así’”, comentó la experta. Que el papá esté involucrado los une como equipo en pareja, viviendo cada uno su maternidad y paternidad. Este trabajo en equipo permitirá que ambos se organicen y se dividan el desgaste físico como sea posible, “tú le das de comer, yo lo cambio, yo lo duermo; tú le das de comer y yo te hago de comer a ti”, ejemplificó la doctora.
Que el papá tenga un rol participativo en la maternidad, no sólo lo une con su bebé y refuerza la calidad de la relación de pareja, también es una forma de cuidar la salud de su esposa. Un estudio (https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-variables-asociadas-al-riesgo-depresion-13033746) señala que, mientras más acompañada, apoyada y considerada se sienta la mamá, tiene menos riesgo de presentar depresión postparto. Si una mamá vive su embarazo en un ambiente agradable segrega menos hormonas del estrés, lo que resulta benéfico para su salud.
Debemos tomar en cuenta que, al igual que cada mamá vive su maternidad conforme la va descubriendo y va conociendo a su bebé, cada papá vive su paternidad a su manera. La pareja de la mamá se enfrentará también a miedos, a dudas, tendrá momentos incómodos e incluso, podría tener miedo a ser un mal padre. Es importante no juzgarlo y dejar que se vaya sintiendo cómodo con las nuevas responsabilidades, siempre hablar con el lenguaje del amor y la empatía.
¡Claro! También tendrá momentos en los que se sienta feliz con su nueva etapa y así, llevar el rol de la paternidad, sea más fácil y fluya con naturalidad, sin embargo, él también está aprendiendo a ser padre. La figura del padre es importante, no sólo como padre del nuevo bebé, también sigue siendo el mejor amigo y compañero de vida de la mamá, así como ella sigue siendo la mejor amiga y compañera del papá, es importante que ambos formen un equipo para vivir en armonía.
