Dermatitis atópica en bebés y niños. Preguntas y respuestas

Respondemos a las preguntas más comunes sobre la dermatitis atópica o eczema atópico en los niños. Hemos elaborado esta guía para ayudarte a entender mejor la enfermedad, a cuidar de tu pequeño y a aprender a vivir con ella en el día a día.

¿La dermatitis atópica es normal en los niños?

La dermatitis atópica es una enfermedad bastante común que suele remitir con la edad en la mayoría de los casos.

De media, la dermatitis atópica afecta a uno de cada cinco niños en todo el mundo (fuente: Watson 2011, Isaac 1998.) Es la dermatosis más común en los niños.

Y las cifras van en aumento. En los países industrializados, el porcentaje de personas afectadas por esta enfermedad se ha triplicado en 30 años.

¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica, también llamada eczema atópico, es una enfermedad alérgica. ¿Cuáles son sus principales características? Se debe a una barrera cutánea defectuosa, más permeable, por la que penetran agresores externos o alergenos (ácaros, gérmenes, etc.). El sistema inmunitario reacciona de forma exagerada al entrar en contacto con estos alérgenos y la reacción tiende a prolongarse en el tiempo causando mucho picor. No se debe a la falta de higiene y tampoco es una enfermedad contagiosa.

¿La dermatitis atópica es hereditaria?

En la mayoría de los casos, sí, las cifras apuntan a ello. Alrededor del 70% de los niños afectados por dermatitis atópica tienen algún familiar que también padece o ha padecido una enfermedad atópica (eczema, asma, rinitis alérgica).

La probabilidad de que un niño desarrolle dermatitis atópica si la tiene su padre o su madre es de entre el 40% y el 50%, y si la tienen los dos, del 50% al 80% (fuentes: Böhme 2003, Taib 2008).

¿Y si no podemos conocer la historia familiar? Por un lado, es muy difícil saber si algún familiar ha tenido dermatitis atópica (un eczema leve en la infancia puede haber pasado desapercibido en una tía abuela, por ejemplo). Por otro, la atopia es un fenómeno muy complejo del que todavía se sabe poco y aún hay muchos investigadores trabajando en ello en todo el mundo- de ahí el reciente desarrollo de nuevos medicamentos para la dermatitis atópica.

En resumen, aunque la dermatitis atópica es hereditaria, puede afectar a cualquier persona.

¿La dermatitis atópica dura toda la vida?

Por suerte, NO en la gran mayoría de los casos. Aunque aparece muy pronto, en los primeros meses de vida, a menudo, los síntomas empiezan a remitir a partir de los 2 años. En torno a los 5-6 años evoluciona hacia casos leves y se vuelve rara en la edad adulta. De todas formas, depende mucho de la sensibilidad de cada niño. Aplicar productos emolientes a diario y tomar unas sencillas precauciones en casa y fuera reforzará la piel de tu pequeño y evitará que se irrite en exceso durante esos cruciales primeros meses de vida en los que la piel está madurando. Con ello también espaciar los brotes y disminuir el riesgo de una persistencia prolongada. 

¿La intensidad de los brotes de dermatitis atópica también se hereda?

La dermatitis atópica es hereditaria, pero no lo es la intensidad de los brotes. Así que no te preocupes si tú o tu pareja habéis tenido una forma grave de la enfermedad porque vuestro bebé no tiene por qué tenerla. Cada niño desarrolla su propia patología. Lee este artículo para saber cómo identificar si tu bebé tiene la piel atópica. 

¿Cómo saber cuándo mi hijo va a tener un brote de dermatitis?

Es imposible saber con exactitud cuándo aparecerán los brotes porque todo depende del estado atópico de tu pequeño y de su sensibilidad. Lo que es seguro es que la dermatitis atópica alterna entre periodos de calma y brotes.

Podemos espaciar los brotes y prolongar los periodos de calma con los cuidados adecuados, como productos emolientes, y teniendo algunas precauciones en casa y en la vida diaria, como ventilar regularmente la casa o evitar actividades que provocan un exceso de sudoración.

También sabemos que es más probable que los brotes se produzcan cuando al bebé le están saliendo los dientes o si ha cogido un resfriado fuerte (o como lo llaman los médicos, "infección rinofaríngea"). Del mismo modo, el agua calcárea, la polución (incluido el humo del tabaco), las temperaturas extremas o una higiene excesiva con productos irritantes para la piel pueden desencadenar la inflamación. Lee este artículo para saber cómo prevenir los brotes de eczema. 

¿Se pueden prevenir los brotes de dermatitis atópica?

Aunque no es posible evitar por completo la aparición de brotes, siguiendo algunas precauciones podemos espaciarlo. El primer paso es aplicar emolientes a diario porque ayudan a reforzar la barrera cutánea.

También es muy importante establecer una rutina de higiene adecuada y utilizar productos de baño muy suaves y sin perfume, aptos para las pieles extremadamente secas y atópicas.

Al mismo tiempo, intenta adaptar el entorno de tu bebé a su situación: pasa la aspiradora con frecuencia, ventila la casa, no dejes que las mascotas entren en las habitaciones, lava en la lavadora los peluches, edredones, etc.

¿Debo evitar el uso de corticoides para tratar el eczema de mi bebé?

Muchas mamás y papás desconfían de los corticoides tópicos (pomadas, cremas o lociones a base de corticoides) porque contienen cortisona. Pero no hay razón para temer si te los ha prescrito el médico ya que no tienen los mismos efectos secundarios que los corticoides por vía oral. 

Aplicados sobre la piel cuando hay un brote, en la dosis adecuada (según la edad de tu pequeño), una vez al día, el tiempo que te indique el médico y solo en las zonas rojas afectadas, los corticoides tópicos son seguros para bebés, niños o adolescentes y no es cierto que provoquen diabetes, infecciones ni retrasos de crecimiento, etc.

De hecho, son muy eficaces como remedio rápido contra la inflamación. También pueden ayudar a que tu bebé se duerma más rápido al calmar rápidamente su piel, mejorando su calidad de vida. Sin embargo, debes seguir a rajatabla la dosis y la duración del tratamiento que te indique el médico. Cuando un corticosteroide es demasiado fuerte o se aplica durante demasiado tiempo, pueden aparecer efectos secundarios locales como el atrofia (adelgazamiento) de la piel, aunque es reversible y desaparece cuando se suspende el tratamiento.

¿Qué productos debo utilizar para tratar la dermatitis atópica de mi pequeño?

Desafortunadamente el eczema no tiene cura (o casi no), pero sí pueden tratarse sus síntomas. Si tu bebé tiene la piel atópica, el mejor consejo es que le apliques emolientes a diario. Aplicados desde el nacimiento, pueden reducir la probabilidad de desarrollar síntomas de dermatitis atópica. Te damos consejos para aplicarles.

Los emolientes también refuerzan la barrera cutánea, aportando los lípidos para reestructurar la barrera cutánea protectora. También alivian el picor al instante. En definitiva, los emolientes son imprescindibles para que los días (y las noches) de tu bebé sean más tranquilos.

También es importante establecer una rutina de baño o ducha adecuada y utilizar productos de baño muy suaves y sin perfume, aptos para las pieles muy secas y atópicas.

A veces la rutina habitual no es suficiente, y en esos casos, los expertos recomiendan aplicar los emolientes varias veces al día para aliviar la piel del niño. 

Solo hay que tener una precaución con los emolientes: no se deben aplicar sobre lesiones de eczema exudativas, es decir que supuren. Tu médico te recetará un tratamiento específico para estas zonas.

Algo muy eficaz para aliviarle el picor y que duerma mejor son los masajes y las rutinas. También para los brotes de eczema leves o moderados existen tratamiento sin corticoides, con ingredientes de origen natural. Si nada de esto ayuda, tendrás que acudir al médico para que le aplique otro tratamiento durante los brotes.

Ahora sabemos que tratar la dermatitis atópica a fondo y de forma precoz es importante para evitar caer en el círculo vicioso de "piel inflamada + rascado + empeoramiento de la inflamación...".

¿La dermatitis atópica deja cicatrices y marcas en la piel?

No, la buena noticia es que la dermatitis atópica no deja marcas en la piel, aunque el enrojecimiento sea grave y acabe derivando en placas exudativas.

Es posible que, después de un brote, hayas notado machas claras en la piel, también alrededor de las placas de eccema. Esto lo provoca la inflamación por el eczema y no los corticoides tópicos, a los que se les culpa injustamente (a menos que se apliquen en cantidades excesivas y durante demasiado tiempo; pregunta a tu médico). Por tanto, cada brote de eczema debe tratarse correctamente y complementarse con emolientes o hidratantes. Al igual que, con el tiempo, se caen por sí mismas las costras, las zonas de piel clara acabarán desapareciendo en cuento a la piel le dé un poco de sol. 

¿Cómo puedo espaciar los brotes?

Siguiendo unos consejos puedes hacer que los brotes de dermatitis atópica tarden más en aparecer. Aplicar productos emolientes específicos para niños a diario es clave. Los expertos también recomiendan utilizar productos de baño suaves desarrollados específicamente para la piel atópica, que no irriten la piel más frágil de tu pequeño.

Otras prácticas que aliviarán a tu hijo o hija son vestirle con ropa de algodón, evitar que sude demasiado o pasar la aspiradora con mucha regularidad. En Mustela hemos desarrollado un pijama de alivio especial para los bebés con piel atópica. 100% de algodón y con fórmula microencapsulada para calmar la piel del bebé y mejorar su sueño. Con el tiempo, encontrarás lo que mejor le funciona a tu bebé. Crear un entorno relajante (con rutinas calmantes, masajes después del baño...) también puede ayudar.

¿La dermatitis atópica es contagiosa?

No, la dermatitis atópica no es contagiosa, ni siquiera cuando hay un brote. Tu pequeño puede jugar con sus amiguitos sin ningún problema. No dudes en aclarar este punto a las personas de su entorno, sobre todo a sus compañeros de colegio. Aunque por desgracia es muy habitual estigmatizar las afecciones de la piel, con unas sencillas explicaciones, todo el mundo, tanto adultos como niños, entenderán y aceptarán la situación.

Si mi pequeño tiene dermatitis atópica, ¿debo lavarlo más veces?

Esta pregunta tiene una respuesta doble. En primer lugar, se ha descubierto que el exceso de higiene es en parte responsable de la dermatitis atópica: la teoría higienista defiende que hay más casos de dermatitis atópica en los países industrializados donde la higiene puede ser excesiva. En efecto, el sistema inmunitario, como muchos otros, se refuerza combatiendo gérmenes en la primera infancia, lo que contribuye a su correcto equilibrio.

Pero tampoco hay reglas estrictas sobre la frecuencia de lavado. Debes encontrar el mejor equilibrio para tu pequeño.

Actualmente se recomienda lavar a los recién nacidos y a los bebés desde dos veces por semana y todos los días, dependiendo de las preferencias y hábitos de los papás y mamás, siempre que sea con productos de baño suaves que no irriten su piel, todavía inmadura.

Una vez que la dermatitis atópica ha hecho su aparición, los expertos aconsejan mantener estos buenos hábitos pero con productos de baño adecuados para la piel atópica, y también lavar bien las placas de eccema para ablandar y eliminar las costras y evitar que los gérmenes (estafilococos) se extiendan en la piel. Sigue también los consejos sobre cómo lavar la piel atópica.

Si mi pequeño sufre de dermatitis atópica, ¿tiene más riesgo de desarrollar estafilococo dorado o impétigo?

Sí, pero la verdadera infección (impétigo) es menos común de lo que se cree. Al ver las placas supurando es normal pensar que la gran infección es inminente, pero la exudación la produce la propia reacción alérgica.

En cambio, si ves pus, costras amarillas o si las placas no mejoran o se extienden incluso con tratamiento, entonces sí puedes empezar a sospechar que hay infección.

No siempre es fácil diferenciarlo a primera vista. Pide consejo a tu médico y, si tienes la más mínima duda y no te puede dar cita pronto, haz fotos y mándaselas o enséñaselas el día de la cita, ¡suele ser muy útil!

Hay que tener en cuenta que es normal que haya pequeñas cantidades de estafilococos en la flora cutánea. Esta bacteria prolifera cuando la barrera cutánea está alterada y si hay inflamación (brote de eczema), pero su presencia no implica necesariamente que hay infección, puede ser lo que se denomina "colonización".

Por eso, si tomamos una muestra con un hisopo saldrá un alto índice de bacterias. Trata el eccema normalmente: la piel mejorará poco a poco y reequilibrará su flora, consiguiendo una microbiota equilibrada. Cuando la cantidad de estafilococos es muy alta, aparece la infección "real" (impétigo) con los síntomas mencionados. En este caso tendremos que ir al médico para saber si necesita un tratamiento antibiótico o no.

¿Puedo vacunar a mi pequeño si tiene dermatitis atópica?

Por supuesto que sí. Las vacunas no agravan la dermatitis atópica y protegen de muchas enfermedades, como la difteria, el tétanos o la poliomielitis. Sin embargo, si tu pequeño tiene un brote de eccema, es más seguro posponer la cita con el pediatra. No hay ninguna razón médica para ello, es solo para que el pequeño se sienta más cómodo.

¿Mi hijo puede bañarse en la playa o la piscina si tiene dermatitis atópica?

Claro que sí y además es una idea fantástica porque con estas actividades sudará poco, con lo que tendrá menos picores. Pero debes seguir algunas precauciones porque el cloro y la sal pueden tener un efecto irritante.

Por la mañana, aplícale una crema emoliente en todo el cuerpo.

Sécalo bien después del baño. Cuando vuelvas a casa, no olvides lavarle con un producto de baño adecuado, suave y sin perfume y aplicarle una buena capa de emoliente para reparar y calmar la piel. Si va a tomar el sol, aplícale un protector solar de alta protección apto para la piel atópica.

¿Es mejor que no lleve a mi pequeño a la guardería o al colegio si tiene un brote de eczema?

No hay razón para que el pequeño se quede en casa si tiene un brote de dermatitis atópica, porque no es contagiosa.

No obstante, siempre es bueno informar al personal de la guardería o del colegio. Así podrán vigilar si está de mal humor o incómodo. Y si está cansado o tiene sueño, la persona encargada del centro puede acostarlo para que recupere unas horas de sueño. Pero, por supuesto, si os quedáis más tranquilos y tenéis la posibilidad de hacerlo, siempre podéis cuidar de él en casa.