“No es tan difícil tener trillizos… ¡Si te organizas!”: Itzel
Updated on Agosto 22, 2024
Created on Febrero 23, 2023
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Updated on Agosto 22, 2024
Created on Febrero 23, 2023
En el artículo anterior, “Nunca me pasó por la cabeza tener trillizos”, te platicamos la historia de Itzel, una mamá que se enfrentó a la noticia de que su primer embarazo sería más que especial, pues no sólo recibiría a un bebé, sino a 3.
Hoy, queremos platicarte lo que ocurrió después del embarazo, es decir, cómo fue la llegada a este mundo de Santiago, Nicolás y Mateo, los trillizos de Itzel y Jesús Eduardo.
“Nacieron los 3 bebés prácticamente en 2 minutos… El que nació primero fue Santiago que estaba en la parte de abajo, nació después Nicolás y después Mateo”.
“Los 3 nacieron de 1.8 kilos en promedio, estaban chiquitititos”, a pesar de que Santiago nació de 2 kilos, fue el que más tardó en salir del hospital, “él venía hasta abajo y es el que estaba más incómodo y entonces eso le provocó algunos temas de maduración”.
Para ser trillizos y prematuros, los bebés nacieron con muy buen peso.
El parto de Itzel no fue fácil, debía ser cesárea y los trillizos nacieron unos días antes de cumplir la semana 34, las complicaciones normales de un embarazo múltiple se hicieron presentes.
Afortunadamente, no hubo nada que no pudiera resolverse en el momento, aunque Itzel perdió mucha sangre, el parto fue un éxito, sin embargo, las emociones y expectativas evidenciaron las diferencias a un parto natural y de un solo bebé.
“No volví a ver a mis bebés hasta el segundo día”
“Como eran 3, la abierta de la cesárea era un poquito más grande de lo normal y eso hizo que perdiera mucha sangre y me tuvieron que hacer una transfusión”, explicó Itzel ya que apenas los pudo tocar, y besar en segundos porque después fueron llevados a UCIN (unidad de cuidados intensivos neonatales) para colocarlos en cunas térmicas, “Un día después de la transfusión fue cuando pude levantarme y en silla de ruedas fui a ver a los bebés”.
Al principio fue muy difícil para Itzel el no poder ver a sus hijos de inmediato pero su salud también estaba de por medio.
Una vez que se sintió mejor, los fue a visitar a sus incubadoras y tuvo emociones encontradas, por un lado, debido a la pandemia, el proceso de higiene para los papás visitantes era más estricto y sólo se permitía la entrada a una persona por bebé, “nosotros como eran 3 podíamos pasar mi esposo y yo”.
“Es muy fuerte llegar a un lugar donde no puedes cargar a tu bebé, no lo puedes tocar, lo admiras de lejos”, explicó Mamá 3 de todo (https://www.instagram.com/mama_3_de_todo/), como también la encuentras en Instagram, “hasta miedo da porque los ves tan chiquitos, tan indefensos”.
Debido a la situación de la pandemia, los papás que tienen a sus hijos en incubadora y que sólo van de visita se enfrentan a 2 situaciones complicadas.
La primera es regresar a casa sin sus bebés y la segunda es ir a visitarlos en horarios específicos con reglas muy especiales, por ejemplo, no poder tocar a tu bebé y tener que pedir permiso para hacerlo.
“Da miedo hasta tocar a tus propios bebés… Eso de pedir permiso para tocar a tu propio hijo es muy fuerte… Causa cierta impotencia como mamá”.
En esta situación a Itzel y a su esposo, sólo les quedó hablarle a sus bebés, darles palabras de amor y ánimo para su pronta recuperación, un escenario complicado para quien esperó por meses el nacimiento.
https://www.instagram.com/p/CMuwb60nrT6/
Con el paso de los días, uno de los bebés se fue estabilizando, “Nicolás fue el primero en estar mejor”, así que fue el primer bebé con el que les permitieron hacer el método canguro.
“El método canguro nace en Colombia debido a que había baja de incubadoras… A un doctor se le ocurrió el pegarte a un bebé para que el calor de padre, madre o cualquier otra persona se le pudiera transmitir al bebé prematuro”.
Con este método, no sólo está la posibilidad de sentir y sostener a un bebé, “está comprobado científicamente que tiene muchos beneficios”, comentó la mamá.
Al estar Nicolás cada día más fuerte, fue el primero que Itzel pudo pegarse al pecho para entrar en otra actividad importante en la maternidad, amamantar.
No solo se trata de la forma en la que se alimentan los bebés, es también una actividad mediante se reafirma el vínculo entre la mamá y su cuerpo, con el bebé y los instintos de recién nacido.
Muchas asesoras de lactancia recomiendan que después del parto, mientras más pronto mejor, la mamá pegue a su bebé a su vientre o a su pecho.
Este contacto piel con piel es clave para la lactancia, ya que las expertas señalan que de esta manera el bebé instintivamente podría subir al seno y comenzar la succión, lo que permitirá una lactancia exitosa.
Sin embargo, una mamá con embarazo múltiple o prematuro, no tiene esa oportunidad, “se los llevan directo a la unidad de cuidados intensivos neonatales… No es como cuando es un bebé y prácticamente te lo puedes pegar luego”.
“La teoría es muy fácil, te dicen que en cuanto nazca el bebé te lo tienes que pegar para que entonces tu cerebro mande la indicación de producir leche y que empiece a salir el calostro”.
Esto puede implicar un golpe a las emociones, pues la mamá puede esperar con ansias el sentir a su bebé.
El tiempo que un bebé permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), está lleno de angustia pero también de esperanza.
Así, Itzel veía las pequeñas pero importantes mejoras de cada uno de sus hijos, sin embargo, volver a casa sin ellos, era difícil a pesar de que sabían que pasarían por eso.
Itzel afrontó el hecho de ser dada de alta antes que sus trillizos, llegar a casa sin ellos y ver a su cuerpo reaccionar con la maternidad sin poder tenerlos en sus brazos, “es bien difícil salir del hospital y llegar a casa sin un bebé pero tampoco sin tu panza”.
Pasaron 15 días para que Itzel pudiera llevar a su hogar a uno de sus hijos, Nicolás fue el primero que llegó a su hogar y a quien pudo pegarse a su pecho para que succionara.
“Cuando nos dicen que Nicolás ya estaba apto para llegar a casa estaba muy emocionada y súper contenta pero también con mucho miedo porque era un bebé chiquitito, apenas si llegaba a los 2 kilos”, recordó sonriente.
Para llevarse a Nico a casa, llevaron la ropa que ya habían escogido con anticipación para ese día, además, en el UCIN, recibieron clases de cómo bañarlo y otros consejos más.
“Estuvimos todo un día como en capacitación para también darle sus vitaminas… Cuando eres mamá primeriza te da miedo equivocarte hasta en una gotita de hierro”.
El día es para recordar, Nico era tan pequeño que no cabía en la silla del auto para transportarlo, Itzel lo llevaba en sus brazos y la noche los había alcanzado por los trámites, sin embargo, la emoción era más grande que todo.
“Una vez teniendo a Nico aquí (en la casa) nos tuvimos que estar dividiendo mi esposo y yo para ir a ver a los otros 2”, lo que nuevamente requirió que se adaptaran a una nueva situación familiar, pero el tiempo siempre se pone del lado del amor.
Con los días, Itzel y su esposo se organizaron y los miedos de cuidar de su bebé prematuro, se pulieron por el instinto, “lo más difícil fue al principio”.
Mateo fue el segundo en dejar el hospital, “fue algo increíble aunque no podía estar al 100% contenta porque Santiago seguía en el hospital”.
Para los papás fue difícil saber a Santiago solo en el UCIN, sin sus hermanos y con los horarios de visita.
Mientras Nico y Mateo ya conocían el calor de su hogar y la sensación de estar en brazos de mamá, Santi, debía esperar más y seguir en su recuperación.
Nico dejó el hospital a los 15 días de nacido, le siguió Mateo a los 17 y para Santi, 27 días, “justo antes de Navidad, ya los teníamos a todos, fue el mejor regalo de Navidad que pude haber tenido”.
Aunque pasó casi un mes para que los 5 estuvieran juntos en casa, ocurrió algo positivo.
Durante estos días, Itzel y Jesús Eduardo se fueron acoplando poco a poco a las nuevas responsabilidades y cuidados que cada bebé requería, por ejemplo, Mateo tuvo reflujo, “nos fuimos preparando uno por uno, no fueron los 3 de golpe”.
https://www.instagram.com/p/CLKOJLDpNYk/
Con 3 bebés recién nacidos, muchas mamás y papás se podrían preguntar ¡¿Y cómo le hicieron?!, Itzel reconoce que no es fácil, pero con ayuda de su esposo y con organización, todo es mejor.
“Tenemos todavía una bitácora en la que anotábamos la hora en la que les dábamos de comer; si hacía pipí, popó; si regurgitaban porque de repente dices ‘¿hizo popó Mateo? No me acuerdo’”, confesó la mamá de trillizos.
“Nos organizamos también para las tomas, mi esposo le daba a uno, yo le daba a otro, después me sacaba leche…”, dijo al respecto su nuevo estilo de vida y el equipo que forma con su pareja, aunque el apoyo de la familia en el primer mes fue básico.
Para Itzel, la confianza en su cuerpo y su fe, fueron fundamentales para sentirse tranquila con sus bebés, “hay veces que no está nada en tus manos y a veces ni en las manos de los médicos… Yo siempre rezaba para que estuvieran bien”.
Ser mamá implica ver por tu bebé, un ser indefenso y vulnerable, así que Itzel, al igual que muchas mamás que han atravesado por el parto, es testigo de que no importa el dolor de la cesárea o las ojeras, uno siempre está ahí para su bebé.
Ya con los 3 bebés en casa, el momento de la alimentación fue un reto, los trillizos debían tomar 2 onzas cada 3 horas, pero en ocasiones se tardaban una hora en comer.
Así, cuando ya terminaban la ronda, prácticamente ya debían volver a iniciar los alimentos y los papás no dormían, por eso es bueno estar abiertos a pedir ayuda, “una enfermera venía a ayudarnos en la noche”.
Itzel se inscribió a la Liga de Lactancia Materna (https://laligadelaleche.org.mx/)en donde aprendió mucho de la lactancia, a pesar de que por su embarazo de trillizos, su caso requería una atención distinta.
“Me di cuenta que no podía yo seguir como todas las recomendaciones que normalmente se daban”, pues la mayoría de casos son embarazos únicos en donde hay posibilidad de pegarte al bebé después del parto, algo que Itzel veía complicado para ella y para sus hijos.
Por esto, a través de su red de mamás, dio con Virina, una asesora que le ayudó mucho, “es una asesora que es mamá de gemelas y ella tuvo lactancia exclusiva materna durante el primer año… Se especializaba solo en papás de trillizos o de gemelos”.
“Tu mejor amigo va a ser el extractor”
Así, además de orientarlos con respecto al parto múltiple, le dijo a Itzel todo lo que necesitaba saber con respecto a la lactancia, “tu mejor amigo va a ser el extractor”.
Itzel confirmó que el extractor fue su aliado, “fue mi clave para que hubiera lactancia con los bebés”, aunque no dejó de ser un reto.
“Para tener la lactancia tienes que estar tranquila, relajada, tienes que estar cerca de tu bebé, fomentar la estimulación y en esos días lo menos que estaba era tranquila porque estaba estresada por la vida de mis bebés”, recordó.
Por otro lado, debido a la transfusión de sangre, Itzel tenía anemia, algo que complicaba su estado, recordemos que no podía pegarse a los bebés para que estos succionaran.
“Pero, tuve la ventaja que dentro del mismo hospital había otra asesora”, con esta segunda especialista, llamada Gina, las mamás acudían con su bebé dentro de Neonatología a un espacio dedicado a la lactancia para tomar la primer clase de lactancia.
“Cuando estaba a punto de ir, me habló y me dijo que ella me recomendaba que yo no fuera”, recordó Itzel
Ella tenía deseos de ir, pero para la experta no era lo mejor ya que en las clases todas las mamás llevaban a sus bebés, “me dijo si tú quieres ir, adelante, sólo que todas llevan a su bebé”.
Itzel reflexionó y pensó que sería duro para ella, ver a 9 mamás con sus hijos y que ella asistiera sola, por fortuna, la asesora le dio otra solución, visitarla en su cuarto y ayudarla a entenderse con el extractor.
“Después llegó esta asesora a mi cuarto y me explicó cómo usar el extractor, cada cuanto hacerlo, también de forma manual… Esa parte me ayudó mucho pues es lo que hacía en mi casa”.
https://www.instagram.com/p/CNpsUAOnWzk/
“La mente es muy poderosa”
En casa, cuando no tenía a ningún bebé en sus brazos, Itzel se vio en la necesidad de conectar con su cuerpo y, con ayuda del extractor, obtener leche para llevar al UCIN para que sus bebés la tomaran.
“Veía fotos de ellos mientras hacía mis extracciones y salía leche… ¡Es increíble el cuerpo de la mujer!”, mencionó.
Con este fortaleza y deseos de hacer todo lo que estuviera en sus manos para que los trillizos ganaran peso, Itzel logró hacer un banco de leche para que se pudiera llevar al hospital.
“Al principio no era suficiente y se la empezaban a asignar al más chiquito que era Santiago”, lo que representó una reflexión más, 2 de sus bebés debían cederle a su hermanito, la leche de mamá, para que su recuperación fuera más rápida.
La alimentación de los trillizos se complementó con fórmula hasta que la cantidad de leche de Itzel permitió que pudieran disfrutar los 3 de la leche materna.
“Me acuerdo que yo decía, no voy a caer en eso de que la cerveza o el atole, pero caí porque haces lo que sea para producir un poco más”.
Nico fue el primer bebé que pudo succionar de Itzel y el cuerpo de la mamá respondió al 100%, “el pegármelo hacía que llegando a mi casa me sacara leche y saliera más”.
“No es fácil la lactancia… y también no es fácil con 3 bebés”, admitió Itzel que, por ahora, a los 5 meses de nacidos, debe darle a cada uno de bebés 8 onzas cuando es hora de comer.
Con respecto a cómo reciben sus pezones la boquita de sus bebés hay diferencias entre ellos, “Nicolás y Mateo me agarran muy bien y Santiago no”.
Aunque esto le ha causado cierta incomodidad a Itzel, no es algo que esté marcando su lactancia como algo negativo.
“Hasta ahorita, no sé cuánto más pueda, voy viviendo la lactancia día con día”, comentó Itzel dejando una reflexión muy valiosa para todas las mamás y papás.
Para Itzel la lactancia es constancia y paciencia.
Por un momento decidió no pegárselos y ocupar el extractor, sin embargo, su producción de leche bajó y tuvo que volver a recuperarla, lo que implicó extracciones nocturnas sin bebés para que la estimulación siguiera rindiendo frutos.
Itzel nos platicó que toda su familia es prolactancia, pero que en su caso, al vivir un embarazo múltiple, ella se ha abierto a las opciones que vayan al paso de los bebés, pues lo más importante es que estén sanos.
Por ahora, la decisión de otorgarles una lactancia mixta es lo mejor para que reciban la cantidad de leche materna necesaria y se complementen sus tomas con fórmula.
“Si lo llego a dejar (amamantar), me siento tranquila porque hasta donde he llegado me siento muy en paz conmigo misma y si siguen con fórmula voy a seguir tranquila porque veo que crecen y no les pasa nada”.
Es un claro ejemplo de que la alimentación con fórmula no es mala, al contrario, es una opción más para las mamás que no pueden amamantar y no deben sentirse culpables por ello.
“La sociedad sí te dice que tienes que dar a fuerza lactancia y sí es muy importante pero también es más importante que tú como mamá estés bien…”, refirió.
Continuó, “si ya la lactancia te está causando más estrés, más conflicto y menos tiempo para tus hijos, a veces hay que ponerlo en una balanza”, comentó Itzel mostrando su empatía por muchas mamás que por una u otra razón no amamantan a sus bebés.
“Yo sí creo que la lactancia se vive un día a la vez porque un día que pasa es un día ganado y es uno de los aprendizajes que yo llevo, tener metas chiquitas para que sean alcanzables”.
Para Itzel su maternidad le ha puesto enfrente 2 retos importantes.
Por ello, en lo que ha encontrado calma es en tener a alguien con experiencia en embarazos múltiples que la oriente, además de estar tranquila, tomar agua, comer bien y contar con el apoyo de su pareja.
“Aquí le entramos parejo porque somos 2 y hay 3 bebés”, expresó Itzel con respecto al equipo que ha formado con su esposo para organizarse con los trillizos en casa.
Para alimentar a 3 bebés se necesitan más de 4 manos… “sí o sí necesitas apoyo…”, dijo con honestidad.
“Primero les damos a uno, luego al otro y luego es muy frustrante porque hay un tercero que también muere de hambre y está llorando, entonces es muy difícil ver a tu bebé y decirle ‘apúrate que falta tu hermanito’”, recordó Mamá 3 de todo.
https://www.instagram.com/p/CN-hugFnJXt/
“Ahorita ya los bebés tienen 5 meses y ya aguantan más, ya nos ingeniamos para comprar unas almohadas que nos ayudan mucho a que ellos tomen su mamila”, refirió Itzel con respecto a unos cojines de lactancia.
Aunque no usan la almohada cada que toca biberón, sí ha sido de ayuda el poder ir soltando a sus bebés para que se alimenten, “hay algunos artefactos que no tenía ni idea que existían”.
Pero, aunque existan productos que hacen la vida un poco más fácil, Itzel prefiere el contacto directo con sus bebés, quienes dicho sea de paso, comienzan a mostrar aspectos de su personalidad.
“Es muy chistoso es que tienen una personalidad desde que son chiquitos y tener 3 al mismo tiempo te va dando una pauta de cómo son tan diferentes”, dijo sonriente la orgullosa mamá.
“Mateo, justamente es el más grande, es el que ya casi pesa 7 kilos… La verdad es el más comeloncito, él sí es el primero en llorar de hambre y acaba muy rápido, mientras esté comido está perfecto”, lo definió Itzel.
Con respecto a Nicolás, “es muy paciente, es al que dejamos siempre hasta el final porque de alguna manera aguanta todo… Él es mucho más paciente y no llora a la primera…”.
Santiago, aunque va un kilo y medio debajo de Mateo, es el inquieto.
“Santiago es como nuestra pirinola, él es súper inquieto, demandante, pasa del llanto a la risa en segundos, se aburre más fácil de cualquier actividad, si está incómodo lo demuestra”.
Esta definición de Santiago le recordó a Itzel el cambio que notó en los bebés cuando llegaron a casa después de ser dados de alta.
Contó que, cuando Santiago estaba en el hospital era el que menos se movía, sin embargo, una vez que llegó a casa, empezó a moverse, “es increíble cómo los bebés sienten el cambio del hospital a su casa… sienten el cariño”, dijo la orgullosa mamá.
Con la personalidad de cada bebé ya exponiéndose, Itzel y su esposo han logrado organizarse para atenderlos respetando sus necesidades, por ejemplo, para dormir, Nico se gana el título de muñeco pues es el menos inquieto.
“Tenemos los colechos alrededor de nuestra cama, Santiago se duerme del lado de mi esposo, Mateo de mi lado y Nico, como no da lata, lo dejamos en nuestros pies”.
Otro aspecto de su organización son los turnos para comer para que también les dé hambre en ese mismo orden, “sabemos que el primero que va a llorar de hambre va a ser Mateo y el último va a ser Nicolás”.
Esto expone que, en el hogar de Itzel, su esposo tiene una paternidad activa, ya que ambos trabajan y ambos procuran a los bebés.
“Yo puedo trabajar y hacer mis cosas porque yo sé que él está… yo no critico mucho de cómo hacer las cosas porque las hace, no le quito las ganas”, dijo Itzel sonriente.
“La maternidad y la paternidad es pareja, sí buscamos ayuda para una miss que viene con los bebés y está con ellos mientras los 2 trabajamos pero el mismo cansancio que tengo yo, lo tiene él, entonces nos dividimos parejo”.
Para Itzel, tener una rutina es importantísimo para mantener el orden y la calma en casa, “soy amante de las rutinas porque si no fuera por eso creo que perderíamos el control de todo”.
“Es clave para cualquier familia múltiple, una familia bien establecida porque sino se te salen las cosas de control… De parte de nuestra rutina yo tengo la bitácora… Tenemos horarios y los cumplimos muy bien de baño y toma para que no se nos empalmen”.
Además, Itzel tiene alarmas para sus rutinas de ejercicio o cualquier otra actividad que deba hacer con alguno de ellos, “con 3 bebés es bien fácil que se te patine algo”.
Algo que reconoció Itzel es que gracias a esta rutina, los bebés han podido acostumbrarse a dormir la noche, por lo tanto, pueden descansar mejor y prescindir de la ayuda de la enfermera.
“Definitivo, para cualquier familia múltiple, una rutina es la clave para que todos tengan una mejor calidad de vida”.
https://www.instagram.com/p/CN0e4RkHczI/
No todo en la maternidad de Itzel, como mamá de 3, ha sido difícil, “a mí todo mundo me asustaba con que me iba a volver loca con 3, y desde el embarazo tienes esta sensación de que te felicitan pero a la vez te dicen ‘pobre’, como que te pobretean”.
Este tema es algo que Itzel ha tenido la oportunidad de compartir con otras mamás múltiples, pero es algo que deja de ser, “aprendes a que sí te da tiempo”.
Itzel ha encontrado la normalidad en dividir su mente en las tareas y responsabilidades, “yo no sé qué sea tener un bebito nada más, pero por lo menos, con una organización, lo he sabido llevar y no me he vuelto loca y eso lo puede hacer cualquier mamá de trillizos”.
“No es tan difícil como yo pensé que iba a ser”, dijo Mamá 3 de todo, como también la encuentras en Instagram.
Como consejos para cualquier mamá múltiple, Itzel recomienda tener organización, hacer una rutina y cumplirla, además de pedir ayuda.
Con esto, Itzel también advierte que un error que suelen cometer algunas mamás es creerse la súper mujer y obligarse a poder con todo.
“A veces tú dices, yo puedo con todo y también es un desgaste físico y emocional importante”.
Para Itzel ha sido importante poder contar con el apoyo de sus suegros o papás, pues, además de lo que exige la maternidad, ella trabaja desde casa por la pandemia.
Así que ha contado con la disposición de aceptar la ayuda de la manera en la que se presente, algo que la ha liberado y la ha hecho una mamá más feliz.
Una de las actividades que ella disfruta con sus bebés es cantarles las canciones clásicas y las nuevas, “desde que estaban en mi panza, les he cantado”, dijo sonriendo.
Además de la parte musical, otro momento que disfruta muchísimo es la hora del baño, “es un momento wow, es increíble y no lo disfrutaba tanto cuando ocupábamos la tina”, pero ahora con los bebés más grandes, la regadera es un momento único.
“Nos vamos turnando un día y un día”, explicó que se sientan en una silla bajo la regadera y disfrutan cómo le cae el agua a cada bebé, “ya sólo dices, ya está y te pasan al otro”.
El baño y ponerles cremita después del baño y al día siguiente, son pasos de la rutina que disfrutan en familia, pues no sólo se cuida la piel, sino que es el momento ideal para apapacharlos con mucha ternura.
Itzel tiene una piel delicada, por lo tanto, ha buscado darle a sus trillizos el mismo cuidado de la piel con productos amables y especiales para ellos.
Con los bebés creciendo cada día más, Itzel y su esposo saben que, además de cuidar de su salud, buscan sembrar en sus corazones valores que fortalezcan su relación de hermanos.
De este modo, el respeto, el amor y su individualidad, son 3 aspectos fundamentales que como padres buscan destacar a favor de una vida plena y llena de cariño.
La individualidad, así como los diferentes nombres de cada trillizo, Nicolás, Santiago y Mateo, es algo muy importante para que se sientan apreciados y únicos.
“Cuando nacieron, hicimos unos papelitos y los fuimos sacando, dijimos el primero que nazca se va a llamar Santiago, el segundo se va a llamar Nicolás y el tercero, Mateo”.
Y así, como nacieron los tres bebés, nacieron ellos como padres, en el camino, siguen aprendiendo y reconociéndose como pareja y como los papás que son.
En ese aspecto, Itzel reconoce en su esposo muchas virtudes que la hacen sentirse tranquila por ser él con quien construye esta experiencia de vida, “ser el papá de 3 niños no es fácil porque tú eres el ejemplo masculino y tienes que ser ese ejemplo para toda la vida y ver cómo lo hace día a día es increilble, no me equivoqué”.
Esto se suma a que cada vez se habla más de la paternidad, más hombres se suman a hablar abiertamente de su experiencia, algo que debe seguir ocurriendo.
“El hecho de que todo va siendo más equitativo, hace que ellos también jueguen un papel más importante en la crianza de los niños”.
A pesar de que con la llegada de 3 bebés a su vida, Itzel debería adaptarse a un cambio gigante en su vida, en donde su tiempo y energía estarían comprometidos con la crianza de sus bebés, decidió darse un espacio para abrir una cuenta de Instagram y compartir con otras mamás su experiencia.
https://www.instagram.com/p/CNazdD-HuIo/
De esta manera, ella espera que lo que vivió y lo que ha aprendido al paso del tiempo, sea de ayuda para otras mujeres que estén pasando por una experiencia similar, “mucho tiempo de mi embarazo estuve con dudas, incertidumbre y miedo”.
Uno de los objetivos de su cuenta de Instagram es que a través de su experiencia pueda ayudar a más mamás que están pasando lo que ella ya pasó.
Busca recordarles a todas las mamás, ya sean múltiples o no, que confíen en su cuerpo y en su mente, que toda maternidad es única y diferente, y que busquen una red de apoyo ya que siempre es mejor vivir una maternidad acompañada.
“He pensado que, si yo pudiera ser esta mamá que a mí me ayudó, me encantaría estar ahí”, expresó Itzel con entusiasmo.
Ella no se ve como una mamá blogger, “mientras yo con la información que ponga pueda ayudar al menos a una sola mamá con eso es suficiente”.
Con Mamá 3 de todo, Itzel espera ser aquella mamá que tranquilice y oriente a las mujeres que están atravesando un embarazo múltiple, “sí se puede ser mamá de trillizos y no morir en el intento, se puede perfectamente, si yo lo puedo hacer, todas pueden”.
Itzel ha recibido mensajes de mamás de gemelos y trillizos, pero también de papás que están interesados en involucrarse activamente con su paternidad y hacer lo que esté en sus manos.
Sigue de cerca la experiencia de Itzel con Mateo, Santiago y Nicolás en Mamá 3 de todo (https://www.instagram.com/mama_3_de_todo/)en Instagram.